La rinoplastia ultrasónica es uno de los procedimientos más avanzados en intervenciones de nariz.
El hecho de ser más rápida, precisa, menos traumática y de rápida recuperación, la convierten en una técnica revolucionaria para dibujar un perfil nasal perfecto.
Así es la rinoplastia ultrasónica
Las rinoplastias suponen la quinta intervención quirúrgica más demandada en estética. En 2019 se practicaron un total de 821.890 de estas cirugías en el mundo, según datos de ISAPS. De ellas, 13.272 tuvieron lugar en España.
Ahora, la técnica más innovadora para el tratamiento de las deformidades y mejora de la estética de la nariz es la rinoplastia ultrasónica.
Puede que a muchos les sonaran los ultrasonidos como tratamiento para celulitis, varices, acumulación de grasa o cicatrices, entre otros. Es cierto. Se trata de una técnica con muchas aplicaciones en el campo de la estética. Ahora, además ofrecen una solución para la cirugía de la nariz, que reduce el dolor y la aparición de hematomas.
Los ultrasonidos permiten remodelar la nariz con menos dolor y hematomas
Para entrar en detalles, la rinoplastia ultrasónica se trata de una cirugía que se lleva a cabo con un bisturí especial piezoeléctrico. Se trata de un dispositivo electromédico para la cirugía ósea que implica el uso de microondas de ultrasonidos a una frecuencia controlada. Consigue limar el hueso y romperlo de forma controlada y precisa. Esto permite una gran precisión en la remodelación de la nariz.
La gran meticulosidad de este “lápiz” de ultrasonidos permite que, aunque actúe de modo contundente sobre el tejido óseo, al mismo tiempo respete los tejidos adyacentes (piel, vasos sanguíneos, nervios, ligamentos, mucosa, músculos).
La intervención tiene una duración aproximada de 90 minutos y se realiza en quirófano con anestesia general.
En qué se diferencia de la técnica tradicional
La gran ventaja de la rinoplastia ultrasónica frente a la convencional es el modo de trabajar el hueso. En la técnica tradicional se utilizan escoplos y martillos que llevan a cabo una pequeña fractura en el hueso de la nariz.
Con la rinoplastia ultrasónica, esas herramientas se sustituyen por el lápiz que emite ultrasonidos. El hueso también se rompe, pero de un modo totalmente controlado, casi milimétrico. Así se evita el posible daño de otras estructuras nasales. Esto supone que hay menos edemas, menos hematomas y también una menor inflamación. Y todo ello acorta el tiempo de recuperación, mucho más cómoda y llevadera para el paciente.
¿Quedan cicatrices?
En la rinoplastia ultrasónica se realiza un único corte visible en la zona de la columela (es la que se encuentra entre los dos orificios nasales). Esa incisión es milimétrica. Será prácticamente imperceptible cuando pasen dos o tres meses.
Como hemos dicho, el resto de tejidos nasales no se ven afectados, por lo que no habrá ninguna otra marca o cicatriz.
El postoperatorio
El postoperatorio de una rinoplastia ultrasónica no suele suponer grandes incomodidades. El paciente tiene que llevar una férula durante una semana, las molestias son mínimas y apenas hay dolor.
Aunque las probabilidades son mucho menores que con una rinoplastia convencional, también pueden aparecer hematomas alrededor de los ojos. De ser así, no es habitual que sean excesivos. Desaparecen de modo espontáneo en una semana, casi coincidiendo con el momento de la retirada de la férula.
Retomar la vida normal
El paciente puede retomar la vida normal, sin grandes esfuerzos, a partir de la semana de la intervención, cuando se retira la férula.
Eso sí, no es aconsejable la práctica de deporte o ejercicio físico intenso durante un mes. También se aconseja no llevar gafas en ese tiempo.
Resultados definitivos
Los resultados de la rinoplastia ultrasónica empiezan a verse a partir de las 4-6 semanas de la intervención. Pero la nariz tarda aproximadamente un año en alcanzar su forma definitiva. Esto también depende del tipo de piel del paciente (las más gruesas tardan más en desinflamarse).
Los resultados de esta cirugía de alta precisión son definitivos y totalmente naturales y armoniosos con el rostro del paciente.
Para quién está pensada la rinoplastia ultrasónica
La rinoplastia ultrasónica es una técnica revolucionaria a la que pueden optar todos los pacientes candidatos a la rinoplastia convencional, casi sin excepciones.
En todo caso, la rinoplastia abierta sigue siendo la técnica de elección para aquellos casos en los que hay mayor grado de dificultad. Por su parte, para los casos en los que solo hacen falta pequeñas modificaciones, también se puede recurrir a la rinoplastia cerrada.
Si deseas consultar con un especialista sobre la rinoplastia ultrasónica, no dudes en llamarnos. Pide cita sin compromiso y uno de nuestros especialistas valorará tu caso.