La mejor candidata a la reducción de pecho es una mujer sana con los senos de gran tamaño (y normalmente caídos). Esa situación le genera síntomas físicos y psicológicos negativos. En la intervención se remodela su tamaño (también el de la areola, si es necesario) y su forma.
Condiciones para ser candidata a la reducción de pecho
Este tipo de mamoplastia se lleva a cabo para reducir de tamaño del pecho desproporcionadamente grande. Es lo que conocemos como macromastia o gigantomastia. Esto quiere decir que la candidata a la cirugía de reducción de pecho tiene unas características concretas que, por supuesto, son estéticos, pero también físicos. La cirugía también puede realizarse en hombres con ginecomastia, es decir, con mamas súper desarrolladas.
Cuando una paciente viene a nuestra consulta para informarse sobre si es buena candidata a la reducción de pecho, siempre se le informa de que el procedimiento no está recomendado para mujeres que quieran amamantar a sus hijos. Aunque no siempre se pierde esa capacidad, sí existe la posibilidad de que suceda, sobre todo en casos de gigantomastia (mamas extremadamente grande).
Tampoco es buena candidata a la reducción de pecho una mujer joven que no ha terminado de desarrollarse. Aunque en casos en los que los problemas físicos son importantes, se puede valorar adelantar la intervención.
Las pacientes deben ser conscientes de que, tras la intervención, tendrán un pecho de forma y tamaño acordes a su constitución, pero a cambio deberán aceptar la existencia de cicatrices. Con el tiempo, están irán mejorando su apariencia, especialmente en mujeres de piel blanca, pero siempre estarán ahí. En todo caso, por su ubicación, siempre quedarán cubiertas por el sujetador, el bikini o el bañador. No se verán aunque el escote sea grande, por ejemplo.
Consecuencias físicas de un pecho grande
Las mujeres con el pecho desproporcionadamente grande pueden padecer síntomas físicos negativos:
- Dolor en la parte superior de la espalda.
- Dolor de cuello u hombros.
- Dificultades en el movimiento debido a la carga que llevan encima
- Problemas en la columna vertebral, que puede llegar a presentar una desviación o lesión por tracción crónica en los nervios intercostales.
- Erupciones dermatológicas debajo de los senos.
- Problemas de respiración.
- Problemas nerviosos crónicos ocasionados por mala higiene postural, que pueden llevar al entumecimiento de brazos y manos (sensación de que se quedan dormidos.
- Estrías en los senos.
- Infecciones de quistes mamarios.
Consecuencias psíquicas
Junto a los síntomas físicos, la candidata a la reducción de pecho también suele presentar motivaciones psicológicas. Tener el pecho grande puede ocasionar grandes problemas de autoestima en las mujeres, especialmente en las jóvenes. También problemas relacionados con la sexualidad y dificultades para relacionarse con los demás en determinadas circunstancias (playa, piscina, deporte).
Cómo es la intervención para la reducción de pecho
La mamoplastia de reducción es una intervención quirúrgica que debe desarrollarse por cirujanos en un quirófano. Se necesita anestesia general. En ocasiones, también anestesia local y sedación. La duración de la intervención ronda las tres horas, aunque puede ser más, dependiendo del caso a abordar.
Para hacer una reducción de pecho se necesita practicar varias incisiones. Normalmente son una circular alrededor de la areola, otra vertical por debajo de esta y una horizontal a lo largo del surco mamario (T invertida).
En la cirugía se extirpan el exceso de piel, grasa y glándula de la mama para reducir su tamaño. Para mejorar la posición, se remodelan el pezón, la areola (normalmente necesita reducción) y el resto del tejido mamario. Esto no afecta a la sensibilidad.
Si se trata de una paciente con gigantomastia, en ocasiones puede ser necesario el trasplante de areola y pezón. Se separan de su ubicación para colocarlos en una nueva. En este caso la sensibilidad del pezón sí puede verse afectada.
Por lo que respecta al postoperatorio, la paciente puede marcharse a casa al día siguiente de la intervención. Las posibles molestias se controlan con analgésicos. La paciente debe llevar un vendaje durante unos días que luego se sustituye por un sujetador especial, que deberá llevar durante unas cuantas semanas. Los puntos son reabsorbibles, por lo que no hace falta quitarlos. El especialista la irá citando para las siguientes revisiones.
Si quieres saber si eres una buena candidata para la cirugía de reducción de pecho, no dudes en pedir cita con nosotros. Te atenderemos sin compromiso y valoraremos tu caso.