El lifting de brazos es un procedimiento por el que se mejora el contorno de estas extremidades. Se soluciona así el aspecto popularmente conocido como “alas de murciélago.
En la llamada braquioplastia se elimina el tejido graso y piel sobrante de los brazos. Se les devuelve así un aspecto rejuvenecido y terso.
Qué es el lifting de brazos
¿Puedo ser candidato a un lifting de brazos?
El candidato ideal para un lifting de brazos es una persona (preferiblemente sana) con acúmulo de tejido graso y de piel laxa en la cara interna de estas extremidades.
Es indispensable que tenga un peso estable. Por ejemplo, si se trata de un paciente que se ha sometido a una cirugía bariátrica, se recomienda que hayan pasado al menos 18 meses desde que terminó de adelgazar. Un peso inestable y con variaciones podría suponer el fracaso de la braquioplastia.
Además, es importante que se haya comprobado que los brazos ya no van a mejorar más por otros métodos. Ni perdiendo peso ni haciendo deporte.
Cómo se hace la cirugía de brazos
Hay diferentes opciones de lifting de brazos según la situación del paciente. En ocasiones se trata de personas que tienen grasa acumulada. En otros casos, personas que tienen exceso de tejido graso y piel laxa (las “alas de murciélago”). Atendiendo a estas circunstancias, la cirugía se aborda de uno u otro modo.
- Liposucción: Es la solución si solo hay un exceso de grasa. Pero además es necesario que la dermis de la cara interna del brazo sea buena, elástica y no esté demasiado flácida. Así se asegura que después haya una buena retracción. En caso contrario (con piel demasiado laxa), se corre el riesgo de agravar el problema. Pero si se dan esas dos condiciones (grasa pero piel elástica), la liposucción puede ser la opción preferida. Se hace con unas cánulas muy finas para ir extrayendo la grasa sin dañar otras estructuras. Además, la liposucción también puede utilizarse como técnica complementaria de una braquioplastia estándar, de la que hablamos más adelante. Combinando ambos procedimientos se obtendrán mejores resultados.
- Braquioplastia con incisión reducida: Sus indicaciones son limitadas. Porque es la opción cuando no hay exceso importante de grasa y el exceso de piel se limita a la zona axilar. Las incisiones de la cirugía se ubicarán en la axila.
- Braquioplastia estándar: Es la opción cuando el exceso de piel cuelga desde la axila hasta el codo.
- Braquioplastia extendida: se parece a la braquioplastia estándar, pero la cicatriz es aún mayor. En este caso, se extiende más allá de la axila, hasta el tórax. Así se abarca el exceso de piel y grasa de los costados. Es la opción en pacientes que han tenido grandísimas pérdidas de peso.
La braquioplastia o lifting de brazos se realiza siempre en un hospital. La intervención se prolonga entre dos y tres horas con sedación o anestesia general.
¿Quedará cicatriz?
Las cicatrices es uno de los mayores contras de esta cirugía. A excepción de la braquioplastia con incisión reducida, cuya cicatriz queda oculta en la axila, en el resto de casos no es así. Aunque quede en la parte interna del brazo, la cicatriz será larga y visible desde la axila hasta el codo al separar o levantar las extremidades.
En cualquier caso, todas las cicatrices mejoran con el tiempo. En el primer año tras la cirugía aún estará roja e indurada. Pero de ahí en adelante, evolucionará hasta alcanzar un mejor aspecto. El paciente debe en todo caso tener unas expectativas realistas en cuanto al lifting de brazos y las cicatrices.
¿Cómo es el postoperatorio?
El paciente puede volver a casa tras 6-24 horas de la intervención. La decisión se toma según la técnica utilizada. Tras la cirugía se procederá a aplicar un vendaje compresivo que se mantendrá dos o tres días. Luego se sustituirán por prendas (manguitos) de presoterapia que deberán llevarse el tiempo que indique el especialista (mínimo, un mes).
Es habitual que haya inflamación y edema en las manos tras la cirugía, al menos durante la primera semana. El especialista podría recomendarle por ello que los brazos descansen sobre almohadas o cojines. En ocasiones también estarán indicadas sesiones de drenajes linfáticos.
Sobre la movilidad, lo habitual es que el paciente recupere una vida bastante normal tras la primera semana. Incluso podría volver al trabajo en una o dos semanas, dependiendo siempre de la ocupación y teniendo mucho cuidado con los brazos.
Tras una braquioplastia el paciente puede caminar pero no hacer deporte en al menos un mes. A partir de ese tiempo, podría retomar el ejercicio físico que no implique la utilización de los brazos. Para fortalecer los tríceps, puede que el cirujano le recomiende una serie de ejercicios.
¿Los resultados del lifting de brazos son para siempre?
Los resultados del lifting de brazos son satisfactorios y de larga duración, pero es imprescindible que no haya cambios drásticos en el peso del paciente. En cualquier caso, se debe tener en cuenta que nada puede frenar el proceso de envejecimiento. Puede que la piel de los brazos quede de nuevo laxa con el paso del tiempo. Pero nunca será igual que antes de la cirugía. En cualquier caso, es imprescindible seguir siempre las pautas de cuidado del cirujano.
Si estás interesado en el lifting de brazos, no dudes en pedirnos cita sin compromiso y nuestro equipo valorará tu caso.