El oxígeno es vital para nuestro organismo, ya que actúa como catalizador en las reacciones químicas de nuestro organismo, que mantienen vivas (y jóvenes) nuestras células. La piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, no es una excepción. Para mantenerse saludable y renovarse adecuadamente necesita oxígeno.
Por eso, los tratamientos que nos permiten aumentar y mejorar la oxigenación de los tejidos, son muy valorados entre los profesionales de la medicina estética. Seguro que has oído muchas veces a los profesionales decir: «Vamos a hacer este tratamiento, para mejorar la oxigenación celular»… Ahora entiendes porqué. Porque sabemos que una buena oxigenación es imprescindible para acelerar la regeneración de los tejidos.
La carboxiterapia, aplicada siempre por un profesional con experiencia, es uno de estos tratamientos oxigenadores. Es una terapia con diversas aplicaciones, que nos permite incidir en el campo de la reparación tisular. Un proceso con el que conseguimos una mejor oxigenación de la piel y, como consecuencia, recuperar y rejuvenecer de forma notable su aspecto.
¿Carboxiterapia?
Si no te suena de nada este procedimiento, déjanos explicarte de forma simplificada qué es y cómo actúa este tratamiento: la carboxiterapia.
Esta terapia médico-estética consiste en la infiltración por vía subcutánea de un gas médico estéril. Es un procedimiento médico no quirúrgico, apenas indoloro y con unos ligeros efectos secundarios localizados (un ligero edema y algo de rojez en algunos casos) que, en caso de presentarse, desaparecen a las pocas horas.
En el proceso no se introduce oxígeno al tejido, sino CO2 (dióxido de carbono). El cuerpo, buscando el equilibrio, desencadena una serie de reacciones metabólicas, tras las que finalmente las partículas de oxígeno incluidas en las moléculas de CO2 se liberarán en los tejidos aplicados, mientras que el carbono se eliminará por vía aérea. Resumiendo, el resultado tras la aplicación de esta terapia es una mejora de la oxigenación local de los tejidos tratados.
Otros efectos secundarios deseables de este proceso son un aumento de la velocidad del flujo sanguíneo y la apertura de pequeños capilares (mejora de la circulación), una mejora en la combustión de las grasas acumuladas, y una mejora del intercambio intracelular y del funcionamiento del sistema linfático, haciendo todo ello que la piel tratada mejore su aspecto de forma notable.
Aplicaciones faciales y corporales de la carboxiterapia
Ahora que conoces este tratamiento y sus efectos sobre los tejidos tratados, entenderás que tiene muchísimas aplicaciones. Podemos utilizarlo, por sí solo o acompañando a otros tratamientos, siempre que queramos mejorar el aspecto de una zona de la piel. Cuando recomendamos el tratamiento de carboxiterapia hablamos con conocimiento de causa. En los últimos años hemos aplicado esta terapia en Institut Vila-Rovira -con resultados de lo más satisfactorios- en tratamientos orientados a:
- Mejorar el aspecto de las ojeras pigmentadas
- Reafirmar el óvalo facial
- Tratamiento de la grasa localizada
- Mejorar el aspecto de la celulitis
- Reafirmante corporal
- Reducción de las estrías
- Tratamiento de lesiones cutáneas, como cicatrices y quemaduras
- Rejuvenecimiento de manos
- Tratamiento de la alopecia
- Oxigenación de la piel cuero cabelludo
Para obtener los mejores resultados del tratamiento con carboxiterapia se deben realizar diversas sesiones. En función de la zona a tratar, trabajamos desde una sesión al mes, hasta una a la semana.